El desarrollo de la fotografía supuso una revolución completa para las artes y medios visuales. La tecnología de la fotografía y su método de obtener imágenes, capaz de registrar mecánicamente cualquier detalle y ser manejada por cualquiera, subvistió el estatus del retratista, del pintor y del artista visual; primero como juguete luego como necesidad.
La necesidad de reproducir un acontecimiento, una boda, un bautizo, la fotografía se puso al servicio de las clases medias, su más ardiente consumidor. Hasta los primeros años del siglo XX no se dejó sentir todo el impacto de la fotografía en la comunicación, como dice Arthur Goldsmith en su artículo “The Photografer As A God”, (El Fotógrafo es un Dios), en la revista popular Photografer, “Vivimos en un época dominada por la fotografía”.
En el Universo invisible de las mentes y las emociones de los hombres, la fotografía ejerce hoy una fuerza comprable a la liberación de la energía nuclear en el universo físico. Lo que pensamos, lo que sentimos, nuestras impresiones, de los acontecimientos contemporáneos y de la historia reciente, nuestras concepciones del hombre y del cosmos, las cosas que compramos (y las que no compramos), la configuración de nuestras percepciones visuales todo ello esta conformado en cierta medida y a menudo decisivamente por la fotografía.
Desde una Cámara oscura, Da Vinci, Joseph Niepce, quien logró la técnica de fijar las imágenes; Danguerre, quien comercializó la técnica de Niepce, Fox Talbot, quien descubre el negativo, Polaroid, que prescinde del cuarto oscuro y produce fotos instantáneas hasta la cámara digital, la fotografía es y sigue siendo el medio visual más utilizado de nuestros tiempos.
A mediados del siglo XX la fotografía, deja de ser un pasatiempo para convertirse en un medio de comunicación especializada y artística; fotógrafos creadores como Marc Rice, subrealistas, paisajistas, especialistas del rostro o del desnudo erótico, el fotógrafo de noticias que se ocupa de los sucesos actuales convirtiéndolos en imagen, hacen del fotógrafo un profesional y no un aficionado.
La fotografía tiene una característica que no comparte con ningún otro arte visual: La credibilidad, normalmente se piensa que la cámara no puede mentir; aunque no es así, la imagen ejerce una gran fuerza en la imaginación y en la sensibilidad de los hombres. El fotógrafo maneja numerosas variables lo cual le permite transmitir una gran información visual, los planos, el close up, el tono, el color, la textura, la escala, el control de la luz y el ojo humano en el instante del click, con ellos el fotógrafo construye un mensaje en imágenes pleno de contenido, en formas y detalles.
Desde la perspectiva de la historia del hombre, esto quizás no nos sorprenda, si utilizamos una regla para representar el intervalo de tiempo transcurrido desde las pinturas repuestre del paleolítico a nuestros días la escritura existiría durante unas 6 pulgadas, pero la fotografía solo durante un 1/8 de pulgada; en esa fracción de tiempo tan pequeño sólo hemos empezado a comprender la naturaleza de la fotografía y la maravilla de apretar con tu dedo índice el obturador y hacer click, para que acontezca el milagro, lo real se ha convertido en una imagen.