Según el Dr. Enrique Chaij, el pensamiento es la noble función de la mente. Es el atributo superior de los seres racionales. Pero se puede pensar de muy diversas maneras: Con mente sana o enferma, con mente disciplinadas o desordenada, con mente positiva o negativa.
Habitualmente a pensar con sentido constructivo es condición ineludible para triunfar y ser feliz. Los buenos pensamientos son los mejores compañeros en el viaje de la vida.
La gran muralla china es realmente una obra colosal. Demandó la participación de un millón de trabajadores. Comenzó a construirse en el año 215 a. de C; y se terminó en el siglo XIV de nuestra era. Es decir, ¡1,600 años de trabajo! Tiene 2400 km de extensión, siete metros de ancho y diez de altura. Atraviesa numerosos valles y montañas. Se afirma que es la única obra hecha por el hombre que puede verse desde la Luna.
Sin embargo, gigantesca obra nunca dio la utilidad que se esperaba. Construida para proteger al pueblo de las invasiones de ejércitos enemigos, pero jamás cumplió tal propósito. ¿Por qué? Porque los invasores siempre encontraron algún traidor que les abriera una de las tantas puertas que tenía la muralla. ¡Un enorme esfuerzo, sin ninguna utilidad!
Este hecho histórico invita a la reflexión.
¡Cuántas otras murallas son construidas por los seres humanos! La muralla de la cultura, para protegernos del enemigo de la ignorancia; la muralla de la buena posición económica, para defendernos de la pobreza; la muralla de la fe, para evitar los males de la incredulidad. Pero, ¿Cuánto valor puede tener todo este esfuerzo, si en el fondo del alma conservamos la presencia encubierta de motivaciones y actitudes traicioneras?
La gran muralla china llegó a ser inútil por causa de sus traidores internos. Así también, toda nuestra vida podría terminar en el fracaso no por causa de otros, sino debido a nosotros mismo: Un pensamientos, una actitud mezquina o un vicio destructivo que descomponga nuestra actividad mental. Un solo pensamiento torcido y negativo, alojado en el cerebro cual tumor maligno, ¡cuántos estragos produce! Es el peor traidor de la vida.
La negra condición de judas, el dominante alcoholismo de Alejandro Magno, la ciega ambición de Napoleón Bonaparte son apenas una muestra del triste fin que ocurren quienes no controlan el cauce de sus pensamientos, ¡Cuántos son llamados a triunfar, pero fracasan! Solo porque se dejan manejar por pensamientos traidores y negativos.
Artículos de colaboración para el periódico EL JAYA.
Dr. Rolando Reynoso Jiménez,
Médico Ginecólogo,
San Fco. De Macorís, R.D.
23/5/2020.