En el día de ayer los católicos se lanzaron a las calles para encabezar marchas que llamaron “Un Paso por Mi Familia”, en las cuales se hizo hincapié en la problemática del aborto, la falta de comunicación en la familia y el creciente número de feminicidios.
Al pasar balance a la situación de inseguridad que vive el pueblo dominicano, destacaron el número de episodios de abusos y de conductas en las parejas que tienden a devaluar la dignidad, la convivencia y el derecho a la vida de las mujeres.
La Iglesia Católica hace bien con asumir el compromiso de la no violencia contra la mujer, porque el Estado al parecer no ha podido lograr éxitos en sus políticas para prevenir o castigar los feminicidios, que en este año suman màs de 70.
Aseguraron participantes que los obispos y sacerdotes que asumieron discursos en cada actividad, olvidaron que un día como hoy en el 1960, el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina ordenó el asesinado de “las heroínas de la Patria”, Patria, Minerva y Marìa Teresa Mirabal.
Contrario a los católicos, integrantes de la fundación Caamaño, ADP, Club Gregorio Luperòn y la UASD, Recinto San Francisco de Macorís, subieron a las Lomas de las Manaclas y allí donde fue asesinado el líder guerrillero Manolo Tavàrez Justo y los jóvenes del 14 de junio, reconocieron el sacrificio de estas hermanas, que el poeta nacional Pedro Mir llamó “Las Mariposas”.
De una u otra manera desde distintas trincheras, hay que incentivar a montar una diversidad de actividades que vayan dirigidas a concienciar a la población sobre el respeto a la vida de las mujeres, sin importar la pasividad con que actúa la justicia en muchos de los casos, que pueden ser prevenidos de cara al sol.